“El que no lee termina viviendo una sola vida, la suya, que no deja de ser algo pobre, algo triste. Creo que los que leemos vivimos muchas vidas, encarnamos en otros, nos multiplicamos, nos diversificamos, hay una pluralidad mental en la persona que lee y eso genera también tolerancia, democracia participativa. Las personas que no leen son obtusas, cerradas, creen que sus opiniones son las únicas, que tienen la razón. Los que leemos dudamos, pensamos, esperamos, escuchamos los argumentos de la contraparte. Creo que la lectura es el origen de una civilización, es pasar del garrote al lápiz.”